En el mercado de inversiones, muchas personas han experimentado un dilema común: cuando las acciones que poseen caen un 50%, prefieren soportar el dolor y no actuar, en lugar de hacer un stop loss a tiempo; sin embargo, una vez que el precio de las acciones rebota un 20%, se apresuran a vender, temiendo perder la oportunidad de obtener ganancias. Este comportamiento aparentemente contradictorio refleja, en realidad, la lógica profunda de la naturaleza humana.
Esto no es simplemente ignorancia, sino un mecanismo psicológico profundamente arraigado en el cerebro humano que está en juego. La investigación en neuroeconomía revela que la sensibilidad de las personas a las pérdidas es aproximadamente tres veces mayor que a las ganancias. En otras palabras, el dolor causado por una pérdida de 10,000 yuanes necesita ganar 30,000 yuanes para equilibrarse psicológicamente. Este instinto de 'aversión a la pérdida' domina en gran medida nuestras decisiones de trading.
Cuando enfrentan una caída del 50%, los inversores a menudo eligen mantener su posición y no vender. Esto se debe a que, en su subconsciente, tienden a ver las 'pérdidas flotantes' como 'ganancias no realizadas temporalmente'; mientras no vendan, todavía existe la posibilidad de revertir la situación. Esta psicología es similar a la de una persona que, después de perder su teléfono móvil, preferiría pasar horas buscando en la basura en lugar de aceptar la realidad de que ya lo ha perdido. Reconocer el dolor psicológico que conlleva admitir una pérdida es a menudo más difícil de soportar que la pérdida misma.
Por el contrario, cuando el precio de las acciones sube un 20%, muchos inversores se apresuran a realizar ganancias. Esto se debe a que la alegría de obtener beneficios es instantánea, pero el miedo a que 'las ganancias puedan retroceder' es mucho más fuerte. Al vender, al menos se asegura lo que ya se ha ganado; mientras que si se mantiene, en caso de que el precio de las acciones caiga, no solo se perderán las ganancias ya obtenidas, sino que también puede surgir el arrepentimiento de 'haber podido obtener beneficios pero no lo hice'.
En el mercado de criptomonedas, esta psicología se manifiesta de manera más extrema. En 2022, incluso cuando el precio de LUNA había caído un 90%, muchos inversores continuaron acumulando, fantaseando con que 'cuanto más cae, mayor es la posibilidad de rebote'. Sin embargo, en 2023, con un aumento del 20% en Bitcoin, muchas personas se apresuraron a tomar ganancias, resultando en que se perdieron la posterior duplicación del mercado.
Entender estos mecanismos psicológicos de inversión es crucial para mejorar la calidad de las decisiones de inversión. Los inversores deben aprender a analizar racionalmente, establecer estrategias claras de stop loss y de ganancias, en lugar de dejarse llevar por reacciones instintivas. Al mismo tiempo, cultivar una mentalidad de inversión a largo plazo y centrarse en el análisis fundamental también ayuda a superar la influencia emocional de las fluctuaciones del mercado a corto plazo. Solo al encontrar un equilibrio entre la razón y la emoción se puede lograr un éxito de inversión sostenido en un mercado complejo y cambiante.
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WalletDivorcer
· hace22h
¿Comprar, comprar, comprar? La muerte se reembolsa a sí misma.
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Degentleman
· hace22h
El corazón puro de la gente no es suficiente para que una serpiente trague un elefante.
En el mercado de inversiones, muchas personas han experimentado un dilema común: cuando las acciones que poseen caen un 50%, prefieren soportar el dolor y no actuar, en lugar de hacer un stop loss a tiempo; sin embargo, una vez que el precio de las acciones rebota un 20%, se apresuran a vender, temiendo perder la oportunidad de obtener ganancias. Este comportamiento aparentemente contradictorio refleja, en realidad, la lógica profunda de la naturaleza humana.
Esto no es simplemente ignorancia, sino un mecanismo psicológico profundamente arraigado en el cerebro humano que está en juego. La investigación en neuroeconomía revela que la sensibilidad de las personas a las pérdidas es aproximadamente tres veces mayor que a las ganancias. En otras palabras, el dolor causado por una pérdida de 10,000 yuanes necesita ganar 30,000 yuanes para equilibrarse psicológicamente. Este instinto de 'aversión a la pérdida' domina en gran medida nuestras decisiones de trading.
Cuando enfrentan una caída del 50%, los inversores a menudo eligen mantener su posición y no vender. Esto se debe a que, en su subconsciente, tienden a ver las 'pérdidas flotantes' como 'ganancias no realizadas temporalmente'; mientras no vendan, todavía existe la posibilidad de revertir la situación. Esta psicología es similar a la de una persona que, después de perder su teléfono móvil, preferiría pasar horas buscando en la basura en lugar de aceptar la realidad de que ya lo ha perdido. Reconocer el dolor psicológico que conlleva admitir una pérdida es a menudo más difícil de soportar que la pérdida misma.
Por el contrario, cuando el precio de las acciones sube un 20%, muchos inversores se apresuran a realizar ganancias. Esto se debe a que la alegría de obtener beneficios es instantánea, pero el miedo a que 'las ganancias puedan retroceder' es mucho más fuerte. Al vender, al menos se asegura lo que ya se ha ganado; mientras que si se mantiene, en caso de que el precio de las acciones caiga, no solo se perderán las ganancias ya obtenidas, sino que también puede surgir el arrepentimiento de 'haber podido obtener beneficios pero no lo hice'.
En el mercado de criptomonedas, esta psicología se manifiesta de manera más extrema. En 2022, incluso cuando el precio de LUNA había caído un 90%, muchos inversores continuaron acumulando, fantaseando con que 'cuanto más cae, mayor es la posibilidad de rebote'. Sin embargo, en 2023, con un aumento del 20% en Bitcoin, muchas personas se apresuraron a tomar ganancias, resultando en que se perdieron la posterior duplicación del mercado.
Entender estos mecanismos psicológicos de inversión es crucial para mejorar la calidad de las decisiones de inversión. Los inversores deben aprender a analizar racionalmente, establecer estrategias claras de stop loss y de ganancias, en lugar de dejarse llevar por reacciones instintivas. Al mismo tiempo, cultivar una mentalidad de inversión a largo plazo y centrarse en el análisis fundamental también ayuda a superar la influencia emocional de las fluctuaciones del mercado a corto plazo. Solo al encontrar un equilibrio entre la razón y la emoción se puede lograr un éxito de inversión sostenido en un mercado complejo y cambiante.