La tokenización de acciones estadounidenses se ha convertido en un tema popular recientemente, con múltiples plataformas que han lanzado productos relacionados, lo que ha generado un amplio seguimiento. Este fenómeno tiene raíces históricas y, gracias a los avances regulatorios y tecnológicos, ha cobrado nueva vida. Soltar el umbral de negociación, apoya el comercio durante todo el día, pero también enfrenta algunos desafíos.
La tokenización de acciones es esencialmente un certificado de precio de contratos inteligentes en la cadena, donde los poseedores no pueden disfrutar de los derechos tradicionales de los accionistas, solo pueden obtener beneficios económicos. La principal diferencia con las acciones tradicionales radica en la falta de identidad de accionista, su propiedad de solo mapeo de precios, así como una mayor liquidez y un umbral más bajo.
Actualmente, la tokenización de acciones carece de un mecanismo de arbitraje completo, lo que podría llevar a una desconexión entre el precio en cadena y el precio de las acciones fuera de la cadena. Los inversores deben tener cuidado con la falta de liquidez y el riesgo de deslizamiento. En cuanto a la conformidad, los emisores deben obtener las licencias financieras correspondientes, pero la regulación fuera de los Estados Unidos aún presenta incertidumbre.
La tokenización de acciones no cotizadas conlleva mayores riesgos, incluyendo conflictos de legalidad y gobernanza, asimetría de información y falta de transparencia en la fijación de precios.